No se conoce la fecha exacta de fundación de esta antigua Hermandad, aunque se sabe que ya existía en el año 1609. La escasa documentación conservada, unas Reglas del año 1862, algunas Certificaciones de acuerdos del Ayuntamiento relativos al restablecimiento de la Antigua Hermandad de Jesús Nazareno (1864), el nombramiento de la Reina Isabel II como Hermana Mayor Honoraria y varios libros de Ingresos y Gastos de fines del siglo XIX, impide la reconstrucción de su historia.

No obstante, se conserva el recuerdo de algunos hechos muy significativos que han llegado hasta el presente. El más notable queda recogido en las reglas de la Hermandad, y narra la celebración de antiguo de una fiesta en conmemoración de la aparición de Jesús en la localidad, y de un milagro que ocurrió en 1797.
Esta Hermandad celebra la fiesta de Jesús el día 8 de Mayo, si es domingo, y si no lo fuere, el domingo más próximo a dicha fecha, para perpetuar el día de Acción de Gracias que dispusieron nuestros Mayores y acuerdo del Ayuntamiento a 11 de Mayo de 1797, y cuyo origen es el siguiente: el día 8 de Mayo de ese mismo año, la Hermandad de Nuestro Padre Jesús de la Cañada (que así se denominaba por aquel tiempo), celebraba en la Iglesia Mayor de San Miguel, el sexto día de la Novena que se le dedicaba a su Titular, y coincidiendo que en el transcurso de la ceremonia, cuando hacía uso de la palabra sagrada el seráfico Padre Fray Diego José de Cádiz, en medio de una tormenta que se desató, penetró un rayo por el techo desprendiendo una piedra, el templo estaba lleno de fieles, y a nadie le pasó nada. Esto lo interpretaron los antiguos Moronenses como un aviso de la Divina Providencia, y le dieron al suceso carácter de Milagro. Contó el incidente con el respaldo oficial, pues hasta el Ayuntamiento se pronunció al respecto, y desde entonces se viene celebrando cada mes de Mayo, una ceremonia de Acción de Gracias, que se denomina la Función del Rayo. Fiesta que la Hermandad hace coincidir con su mayor Función de Instituto, para ratificarse sus miembros públicamente en las creencias de los Dogmas.

Sesenta años después, la Hermandad recibe el Título de Real, otorgado por D. Francisco de Asís, esposo de la Reina Isabel II, (los cuales aceptaron ser Hermanos Mayores Honorarios de la Hermandad), en agradecimiento por la curación obtenida de una enfermedad de la piel al tomar las aguas llevadas desde la localidad por el Ilustre morones D. Antonio Ramos de Meneses, Duque de Baños Grande de España de Primera Clase, enterrado él y su esposa en la misma Ermita de la Fuensanta de Morón.

La gran devoción que desde muy antiguo profesan los Moronenses a Jesús Nazareno, queda reflejada en las donaciones testamentarias que realizaban al abandonar este mundo, algunas de las cuales han dejado constancia documental, como la efectuada por D. Juan María Ramos de Meneses, quién dispuso en su testamento, otorgado en esta Ciudad el 25 de Febrero de 1894, que varias fincas de su propiedad fuesen vendidas por sus herederos y sus valores invertidos en las reparaciones y obras de la Ermita extramuros de su Ciudad, donde se venera la Imagen de Jesús Nazareno.


Andando el tiempo, la Hermandad de Jesús de la Cañada o de la Fuensanta, fue muy floreciente, figurando en las listas de hermanos, lo más destacado de la sociedad Moronense y personas de todas las clases sociales.

Muchos milagros se atribuyen a la peregrina Imagen de Nuestro padre Jesús y no hay hijo de Morón, por lejos que se halle del terruño, que no lleve una estampa o medalla de tan devotísima efigie.

Pocos datos se tienen de la Hermandad hasta este Siglo. La etapa más difícil para esta se abre con los trágicos acontecimientos de la Guerra Civil Española, cuando, al igual que las de otras muchas Hermandades, son quemadas las Imágenes Titulares y los enseres.

Dos son las Imágenes de Nuestro Padre Jesús Nazareno de que se tienen noticias y en las que el pueblo sano de Morón ha puesto sus amores y su devoción: la primitiva, profanada y destruida en un día de triste recuerdo de Julio de 1936, y la que actualmente se venera en su Capilla, espléndidamente restaurada después de aquella diabólica profanación. Respecto a la primera hay dos versiones, unos la atribuyen al Escultor Francisco Romero, y otros al Imaginero Luis de Peña.

Los primeros se fundamentan en la escritura otorgada ante D. Miguel de Chaves, escribano público de esta Villa, el día 24 de Mayo de 1609, entre D. Juan Navarrete y Ayote, Mayordomo de la Hermandad de Ntro. Padre Jesús y Francisco Romero, Dorador y Escultor, vecino de la Collación de San Pedro de Sevilla, por la que éste se obligó a hacer un Señor con la Cruz al hombro, con Cirineo, por la calle de la Amargura, todo de pino, teniendo la efigie dos varas de alto, con rostro cárdeno y algo encorvado, por el precio de 600 ducados, para cuyo total cumplimiento el señor Mayordomo hipotecó todos sus bienes.

Los segundos se basan en otra escritura, otorgada en 1618, por la que el Imaginero Luis de Peña se comprometía de idéntica manera.

Sea cual fuere de los dos escultores, lo cierto es que el artista que la ejecutó, hizo una Imagen muy devota, que desde el primer momento atrajo hacia sí la devoción de los vecinos, que acudían a Él en todos sus trabajos y necesidades, pidiendo el remedio a todas sus penas y tribulaciones, saliendo siempre consolados y reconfortados.

El Señor con la Cruz a cuestas, fue colocado en su Capilla, y comenzó a hacer su Estación de Penitencia en el año 1651, esta Imagen fue profanada y destruida por el fuego, con parte de la Capilla y todo cuanto en ella había, el día 20 de Julio de 1936.

La nueva Imagen de Nuestro padre Jesús, lo mismo que el Cirineo que lo acompañaba, es obra del Escultor Sevillano D. Antonio Castillo Lastrucci, el cual la ejecutó al final del año 1939, y fue donada a la Hermandad por D. Antonio González de la Rasilla Alvarez, en nombre de su Señora Madre Doña Carmen Alvarez Villalón, con fecha 21 de Enero de 1940, como consta en el libro de Actas de la Hermandad. 

La Hermandad se hizo cargo de ella, siendo bendecida la Imagen en la Iglesia de la Merced en Febrero de 1940, siendo trasladada desde allí a la Parroquia de San Miguel, donde se celebraron unos Cultos Solemnísimos, estos fueron predicados por el M. Ilustre Sr. D. Antonio Mañes Jerez, Canónigo de la Catedral de Sevilla.

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La Sagrada Imagen de Ntro. Padre Jesús Nazareno de la Fuensanta, continuó en la Parroquia de San Miguel mientras se realizaban las obras de reconstrucción de la Ermita y terminadas estas en 1944, el día 7 de Mayo de dicho año se verificó la Bendición e Inauguración de la Iglesia, trasladándose en Procesión la tarde de dicho día, una vez llegada, se desprende el badajo de la campana que había estado tocando sin cesar, no ocurriendo nada a ninguno de los asistentes. Era entonces Hermano Mayor D. Francisco García Ruiz de Bustillo, al cual le tocó efectuar la reparación del Templo tras los episodios de la Guerra Civil, falleció en Marzo de 1951 en olor de santidad.


Este Moronense fue considerado en su tiempo gran mecenas de los pobres del lugar, tiene dedicada una lápida conmemorativa la cual se encuentra en el vestíbulo de la Ermita, por la capilla ardiente desfilaron día y noche centenares de personas, el acto de su sepelio fue la más multitudinaria manifestación que en este pueblo se ha conocido, tiene levantado un monumento en su honor en la Plaza de los Remedios de nuestra ciudad. Fue Hermano Mayor de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús y Alcalde de la Villa en 1944, y declaró "fiesta local" el día de la Función del Rayo, aún el pueblo de Morón no lo ha olvidado. Una Coplilla anónima que corrió tras su muerte por el pueblo, decía: Ahí tenéis el ejemplo señoritos de Morón, como se admira a los hombres que tienen buen corazón.


La Actual Imagen del Nazareno debida a las gubias y mazos de un moderno escultor, refleja en parte el estilo piadoso de la efigie antigua y como fiel continuación de aquella, sigue recibiendo el mismo Culto y Veneración que la primitiva, ya que el simulacro escultórico representa idénticamente la Divinidad de Dios en el trance doloroso de llevar la Cruz sobre sus hombros para redimirnos.

Morón entero responde y responderá siempre cuando de Nuestro Padre Jesús se trata, porque sin distinción de clases y condiciones, cada cual en la medida de sus fuerzas contribuye a que el Culto y Devoción a tan bendita Imagen no decaiga ni un ápice, antes al contrario se extienda su devoción cada vez más, para honor y gloria de este excelso Señor, Protector, Padre y Abogado de Morón. En la Ermita de la Fuensanta solamente se daba culto a la Imagen del Nazareno, ya que era Hermandad de una sola Imagen, al igual que en la Capilla del Espiritu Santo, la Hermandad de las Servitas lo hacía con Ntra. Sra. de los Dolores.

Según acuerdo, del cual no se tienen muchos datos, ambas Imágenes coincidían en su Estación de Penitencia de la Madrugada del Viernes Santo, entre la calle Espíritu Santo y Calzadilla, en donde se unía al cortejo la Virgen de los Dolores, la cual acompañaba al Nazareno hasta lo alto de la Cuesta y continuando su regreso hasta la Capilla del Espíritu Santo.

Años más tarde la Virgen de los Dolores hacía su traslado hacia la Ermita de la Fuensanta en la tarde del Miércoles Santo, haciendo ambos Estación de Penitencia en la Madrugada del Viernes Santo, volviendo la Dolorosa hasta su Capilla.


Igualmente destruida la Imagen de Nuestra Señora de los Dolores, en el año 1946 se Bendice en la Parroquia de la Victoria la nueva Imagen de la Dolorosa, obra del Escultor Alcalareño Pineda Calderón. Destacar el privilegio que poseía la antigua Imagen de Nuestra Señora de los Dolores de exponer el Santísimo Sacramento, en la Custodia que llevaba entre sus manos, privilegio que se perdió al desaparecer la Imagen durante la Guerra Civil, y no serle renovado a la nueva Dolorosa.
Debió extinguirse esta Hermandad, puede que con motivo de la invasión de los franceses, más bien durante el desasosiego de la Desamortización, pues se pierden los datos, reaparece como Hermandad reorganizada a mediados del siglo XIX. De hecho fue en 1954 cuando la Cofradía celebró su Primer Centenario, más concretamente del 30 de Abril al 9 de Mayo de ese mismo año, según el libro editado y encontrándose en los archivos de la Hermandad.

Los años cincuenta suponen una etapa de graves dificultades para la Hermandad, enajenándose parte de su patrimonio y sumiéndose en una profunda crisis de identidad, de la que comienza a salir lentamente en los años sesenta. En la actualidad, la Hermandad de Jesús Nazareno goza de una extendida devoción en toda la localidad.

Reseñar haciendo constar que esta Hermandad venía haciendo su Estación de Penitencia a la Parroquia de San Miguel en la tarde del Jueves Santo, hasta que en el año 1900 y a propuesta del Sr. Arcipreste D. Manuel García Millán, acordó en Junta celebrada el día uno de Julio de dicho año, hacer la acostumbrada Estación de Penitencia en la Madrugada del Viernes Santo, en vez de hacerlo en la tarde del Jueves Santo, como hasta entonces se venía haciendo, por inspirar más fervor y devoción.

Igualmente singular es el hecho de lucir los Hermanos Penitentes, desde el primer año en que procesionan, Túnica con cola rizada que se recoge al hombro. También tienen por tradición todos los Hermanos desde el Pontificado de Pío IX, la realización del Juramento del Dogma de la Inmaculada el día de la Función Principal.

La actual hermandad es fruto de la fusión de la Cofradía de Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores en 1978. Desde antiguo, ambas Cofradías (la de Ntra. Sra. De los Dolores salía de la Iglesia del Espíritu Santo), confluían durante su recorrido Procesional en la Calzadilla. Con la decadencia progresiva de la Hermandad Servita de Ntra. Sra. de los Dolores, vino la fusión con la de Nuestro Padre Jesús Nazareno, a la que traspasó los enseres. En las nuevas Reglas que se redactaron, se incluyó el Título de la Dolorosa. En un documento que posee la Hermandad se recoge esta fusión:

"Doña Rosario Sánchez Luna, Hermana Mayor en funciones de la Hermandad de las Servitas de Nuestra Señora de los Dolores de Morón de la Frontera, en nombre y en representación de la misma, hace constar: que cuando hace unos años esta Hermandad fue llamada a abandonar la Capilla que venía ocupando en la Parroquia de Nuestra Señora de la Victoria, se recibió el ofrecimiento de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno para instalar en su Ermita nuestra Imagen Titular de la Santísima Virgen de los Dolores, donde se llevó juntamente con todos los enseres y pertenencias de la misma, y en cuya Ermita recibe Culto, expuesta a la veneración de los Fieles, prestándosele los mismos cuidos y atenciones que a sus propias Imágenes......
Morón, 1 de Febrero de 1978".

Desde entonces, ambas Imágenes procesionan por las calles de Morón de la Frontera.

REAL:

Esta Hermandad lo es, desde que S.M. la Reina Isabel II se dignó estampar su rúbrica y la autoridad de su Real sello, en el despacho de aprobación de las Reglas refundidas, dado en Madrid el 9 de Julio de 1862. Las nuevas Reglas contienen las garantías del Ministro de gracia y Justicia, Santiago Fernández Negrete, y están visadas por el Canciller Mayor del Reino, Enrique M. Granes.

MUY ANTIGUA:

Aunque algunos cronistas, quizás llevados por su exceso de amor hacia la Corporación, han querido reemplazar los orígenes de esta Hermandad en las postrimerías del siglo XIII, cuya inconsistencia aquí quedará probada, no hay lugar a dudas de que la Hermandad de Jesús tiene cuando menos, cuatro siglos de existencia, toda vez que el primer documento escrito y localizado data de 1609. Se trata de una escritura notarial, para la adquisición de la Imagen del Titular, documento tramitado dos siglos más tarde por el Ayuntamiento de esta ciudad, fue con motivo de su reorganización, y se presentó como aval de su antigüedad en los Cabildos respectivos de 30 de Abril y 7 de Mayo de 1854. Este testimonio demuestra, que ya existía una Hermandad organizada a principios del siglo XVII, siendo el primer Hermano D. Juan Navarrete y Ayote. Si en el momento de la reorganización de la Hermandad de Jesús, en el citado año de 1854, que es cuando se redactan las nuevas Reglas, que aprobará Isabel II ocho años después, el Alcalde Francisco Osuna y Meneses, cita "que considera preciso el restablecimiento de la Hermandad, que en lo antiguo y hasta casi nuestros días existió", no cabe duda que la antigüedad de la Hermandad está garantizada y le cuadra por ello perfectamente el superlativo.

ILUSTRE:

Este Título de dignidad que forma parte del enunciado de la Hermandad de Jesús, puede que hable por sí mismo de la nobleza de la propia Institución, de la generosidad de sus Hermanos. Fueron tantos cientos de miles de Moronenses, que siguieron y siguen a Jesús a lo largo de su historia, que su posible prosapia queda empañada por la fuerza numérica de sus filas, por el peso de la fidelidad inquebrantable. Ilustre significa insigne, glorioso, excelso, magno, augusto, consagrado, eximio,... Sin entrar en valoraciones de rangos dinásticos, pues en su nómina hubo un Rey, Francisco de Asís, un Duque, el de Baños, Condes, Marqueses, Ministros, Generales,... Todos iguales al fin y al cabo bajo el antifaz de la Penitencia, en una Madrugada singular. En este adjetivo queremos ver reflejado la Nobleza de los Hombres de bien, que sustentaron en todos los tiempos una Hermandad, en la que predomina y ha predominado la adustez del labrador del campo, sin más título que los de su honor, muchas veces traducido en un apretón de manos, confirmación de la palabra comprometida, aceptación de las normas, que nunca necesitó nada más que un Cirio, tomado con veneración una vez al año, la luz de su Penitencia, de su esperanza, para demostrar sus creencias más firmes y ancestrales.

Y FERVOROSA:

En tocante a las cosas de piedad y religión, ningún Título mejor empleado que éste, ningún calificativo que defina más exactamente el talante apasionado del Moronense medio.

"En Jesús el Fervor se masca". No hay más que tener ojos en la cara, para advertir del entusiasmo, el recogimiento, casi celoso, de los centenares de Penitentes que acuden cada Viernes del año a la Ermita, con sus cuitas y problemas, con su esperanza guardada, en la más ciega fe de la resolución. ¿Qué es lo que produce, sino, ese silencio absoluto de la Madrugada Santa a la aparición del Redentor en la hondonada mística de los escalofríos?, ¿Por qué se ablandan los sentimientos al paso, a la contemplación del Nazareno, al alba, y se humedecen los ojos en dulce recordación?. Es sin lugar a dudas el Fervor guardado, tanto tiempo, tantas generaciones... Tesoro en el cofre del sentimiento, que si no reboza en paz, amor y comprensión, revienta el alma de las creencias.

La propia longevidad de la Hermandad define claramente el índice ferviente de los que la rodean, la quieren y la miman. Eso lo hacen por Fervor.

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